miércoles, diciembre 20, 2006

Las gotas de agua,la rosa y el rocio.

Una Rosa roja dormitaba tranquila en un frondoso jardín de una mañana fria de Noviembre, se desesperezó levemente al notar el frescor del Rocio que pasaba por allí, como es normal en esta epoca del año, seleccionando gotas de agua para llevarselas al Alba.
El Rocio sonrió a la Rosa que la habia despertado, y esta coqueta, le devolvió el saludo agitando sus pétalos y mostrándo su corazón apretado, fresco y puro, que albergaba unas gotitas de agua. Iluminado por la belleza de estas se dirijió a la rosa y le preguntó por la procedencia de los preciosos diamantes líquidos. La Rosa estaba que no cabia en sí, el Rocio habia elegido sus gotas para llevarlas al Alba, estaba encantada y procedió a describirle al rocio su origenes, la primera trémula viene de los grandes océanos, hija de Mediterraneo y Atlantico, de andar por mil borrascas, donde absorvida por una nube descubrió el techo de nuestro mundo plagado de estrellas y en luchas de erguidas tormentas entre rayos cayó en el corazón de la Rosa. La otra gota brillante era hermana de la Luna y decia la Rosa que entre brisas llegó a ella en la tinieblas de la noche. En este punto la Rosa guardó silencio y su semblante se tornó incierto, inseguro, cándido. En vista de su aflicción, El Rocio no hizo más preguntas y le comentó a la Rosa que el Alba solo le habia pedido una de las gotas, así que debia triar la más valiosa de ellas. Haciendose un hueco entre sus hermanas, se describió la gota del azahar y despues la luchadora del salpicado de un charco que tuvo un pasado guerrero entre mares antiguos, y torrenciales lluvias, de como del golpe de un piedra llegó hasta la rosa, y así fueron pasando a presentarse pero el rocio seguia cautivado por aquella gotita humilde y triste, la rosa quiso por fin satisfacer su curiosidad. Esta gota es la lágrima de una pequeña dama que lloró por que papá ya no está, y entre sollozos la consoló la rosa, el recuerdo de papá de su mano en la suya, de su sonrisa, la hizó nacer en los ojos de la pequeña, rodo por sus mejillas adornadas por precisosas pequitas, y saltó antes de llegar a los labios. El rocio la eligió para llevarsela al alba y cuando le preguntaron por su elección, argumentó que todas eran buenas candidatas pero aquella le pareció la más sincera y procedia del corazón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy tierno Sargantana, mi lágrima se la llevará alguna vez el rocio?