viernes, noviembre 17, 2006

Conversaciones con la Luna


Recordando, recordando como de jovencito tratas de atrapar tu Luna.
Esa Luna que te hace ser el más grande, soñar con princesas y dragones, galopar a los lomos de un corcel blanco envainando una espada con un nombre que uno mismo se inventa, con su estandarte, con su cota de malla...
Luna me haces llorar por tus tristezas, me haces pensar con ansiedad en el mañana, me haces impaciente, impulsivo, pataleo...
Dime Luna como asomarme feliz por esa ventana, donde me veo feliz con el amor, como pasas de la felicidad a la tristeza con un chasquido de los dedos, como aprendes de todo a tu alrededor, como escuchas, como ries, como sientes, como lloras...
De la risa al llanto en un segundo Luna...
Entusiasmado, Luna, con el mundo.
Por que Luna cuando amamos somos como ese niño que recuerdo, creemos encontrar el amor verdadero, sentimos, pensamos Luna, y soñamos.
Dime luna por que hoy, firme la cabeza, frio el corazón, no sueño con quimeras ni imposibles, liberame Luna, tu que puedes, liberame...
Déjame luna, dejame volver a ser ese niño, el principe de blanco corcel, dejame Luna imaginarme que todo el juego es limpio, puro...
Quiero volver a ser ese niño que sea fiel y puro con los amigos, nada de promesas, nada de ilusiones que no sea el acabar con los Dragones y en mi mundo ser yo el rey.
Que la risa Luna, vueva a ser mi compañera, y el llanto una triste quimera.
Dime Luna si puedo volver a tenerte en mis manos, como de pequeño te tuve.
Ahora Luna vuelvo a sentir, amar, soñar, gracias por tu Sí.

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