Algunas noches necesito ver esa bruja que mora en mis sueños para que me ilumine, para que tome mi mano con dulzura, para que me lleve a esos paraisos donde el encantamiento de la salvaje música de las ninfas hace que dos minutos duren una eternidad y me quede cautivo en su mundo. Donde las flores se juntan para romper las telas de araña y al vestido de la noche le prenden piedras preciosas, donde verla deslizarse hacia el oscuro lago es una sensación sublime, acariciandole la brisa su blanco vestido, donde el rocio besa su piel, todo es sueño y tambien misterio, ella fue la que me abrió los ojos, ella fue la que hizo despertar en ti esa ansiedad por saber más, ese provocar que te explicase más de ella, esa duda de quien era, de lo que se parecia a ti, pero a la vez por que ese ser tan sensual, despertaba en mi solo un sentimiento dulce, cariñoso…tu curiosidad te cegó y te lanzaste a entrar en mis sueños, a desnudarte ante mi, aprendiste sentirme , a controlarme , hacerme temblar a tu antojo con solo un susurro, con una mirada, con un sonrisa….Duerme mi bruja
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